El Mundo Nunca Había Comprado Tanto Oro como en 2025, y Estas Son las Razones Detrás

Por Capital Plus24 | Octubre/Noviembre de 2025

El metal dorado ha consolidado su papel como el activo refugio por excelencia en 2025, pulverizando todos los récords anteriores, no solo en precio, sino en el volumen de compras institucionales. La cotización del oro superó la barrera de los USD $4.200 por onza en el transcurso de octubre, acumulando una histórica mejora de aproximadamente el 55% en lo que va del año. Esta escalada sin precedentes es el reflejo de un escenario global dominado por la incertidumbre económica y las tensiones geopolíticas, que han empujado a los actores financieros más poderosos del mundo a una frenética acumulación de lingotes.

La Fiebre de los Bancos Centrales: Más de 1.100 Toneladas

El principal motor de esta demanda histórica proviene de los bancos centrales. Lejos de disminuir su apetito ante los máximos de precio, estas instituciones han intensificado sus adquisiciones. Las estimaciones más recientes indican que las compras institucionales globales superarán las 1.100 toneladas a finales de 2025, una cifra que representa el nivel más alto de demanda gubernamental jamás registrado en la era moderna. Los datos trimestrales lo confirman: solo en el tercer trimestre de 2025, los bancos centrales adquirieron cerca de 220 toneladas de oro, un significativo aumento respecto al trimestre anterior. Países pertenecientes al entorno BRICS y naciones como China, India y Turquía han liderado sistemáticamente esta tendencia, utilizando el metal como un pilar fundamental para el respaldo monetario y la diversificación de sus carteras.

Las Múltiples Razones de una Demanda Estratégica

Detrás de esta histórica sed por el oro convergen varios factores estructurales y coyunturales. La incertidumbre económica global sigue siendo el catalizador principal. Con la inflación persistente en muchas de las principales economías y un crecimiento que muestra signos de desaceleración, los inversores y gobiernos buscan en el oro un valor intrínseco capaz de proteger el capital de la devaluación.

Un segundo factor crucial es la política monetaria de Estados Unidos y la creciente ola de desdolarización. La Reserva Federal (Fed) recortó las tasas de interés por segunda vez en el año en octubre, en un intento por sostener el crecimiento. Este movimiento debilita al dólar y reduce el costo de oportunidad de mantener oro, un activo que no paga intereses. La expectativa de una flexibilización monetaria futura ha disparado las apuestas alcistas sobre el metal. Paralelamente, numerosos países buscan activamente reducir su dependencia del dólar estadounidense en sus reservas internacionales, sustituyendo parcialmente los bonos del Tesoro por oro físico para blindar sus economías ante posibles crisis geopolíticas o financieras.

Incertidumbre Geopolítica y el Precio del Refugio

Finalmente, las tensiones geopolíticas persistentes en diversas regiones del planeta han inyectado una prima adicional al precio del oro. En tiempos de elevada inestabilidad política y conflicto, el oro se percibe como el activo más seguro e inconfiscable. Esta combinación de búsqueda de refugio, diversificación estratégica de reservas por parte de los bancos centrales y un dólar en retroceso ha consolidado al oro por encima de los 4.000 dólares la onza, un nivel que muchos analistas proyectan podría ser la nueva base de un mercado alcista prolongado. El frenesí por el oro en 2025 no es una simple moda pasajera, sino el reflejo de profundos cambios en la arquitectura financiera global.