El oro se desploma, pero Goldman Sachs ve un boom de Wall Street
El Oro se Desploma, Pero Wall Street Podría Impulsar el Próximo Gran Boom
Analistas de Goldman Sachs mantienen una convicción de compra, proyectando un techo de 5.000 dólares la onza si la confianza en el dólar se erosiona.
El metal precioso por excelencia, el oro, ha experimentado recientemente una significativa corrección a la baja tras haber alcanzado una racha de máximos históricos. Este repliegue ha generado incertidumbre en una parte del mercado, pero, lejos de ser un presagio bajista, los analistas de Goldman Sachs sostienen que esta caída es solo una pausa antes de un nuevo y potente ciclo alcista. El próximo gran impulso para el oro, según la entidad, provendrá del corazón financiero de EE. UU.: Wall Street y el despertar del inversor privado.
A día de hoy, sábado 25 de octubre de 2025, la cotización del oro se sitúa en un rango aproximado de 4.137,80 dólares por onza troy. La reciente presión vendedora, que llegó a provocar caídas porcentuales significativas, se atribuye principalmente a la toma de beneficios tras el formidable repunte que llevó los precios por encima de la marca de los 4.300 dólares. Sin embargo, Goldman Sachs se mantiene firme, manteniendo al oro como su "recomendación de compra con mayor convicción".
El Motor del Boom: Compras Centrales y un Retorno de la Inversión Privada
La tesis central de Goldman Sachs se apoya en dos pilares fundamentales. El primero es la demanda persistente y récord de los bancos centrales, que continúan diversificando sus reservas lejos del dólar estadounidense, un factor que ha proporcionado un suelo sólido al precio del metal. El segundo, y el más crucial para el inminente boom, es la anticipación de un regreso masivo de la inversión privada y los fondos cotizados (ETFs) de oro.
A pesar del reciente retroceso, los analistas del banco de inversión proyectan que el precio del oro superará con creces sus niveles actuales a medio plazo. En su escenario base, impulsado por una recuperación de los flujos de ETFs y una demanda continua de los bancos centrales, el oro podría alcanzar los 4.900 dólares por onza a finales de 2026. Otras proyecciones de la firma se sitúan entre los 4.000 y 4.300 dólares para mediados del próximo año, lo que implica un rendimiento positivo sostenido en un entorno de rendimientos modestos para otras materias primas.
El Escenario Extremo: Oro a 5.000 Dólares
Más allá del pronóstico base, la entidad ha advertido sobre un escenario de "riesgo extremo" que podría llevar al oro a la asombrosa cifra de 5.000 dólares por onza. Este salto monumental estaría ligado a una erosión de la confianza en las instituciones estadounidenses, en particular la credibilidad de la Reserva Federal (Fed).
Samantha Dart, analista clave de Goldman Sachs, ha señalado que si la independencia de la Fed se viera comprometida, se podría desencadenar un escenario de mayor inflación, subida de tipos de interés a largo plazo y una devaluación del estatus del dólar como moneda de reserva global. Bajo estas condiciones, los inversores privados imitarían la estrategia de los bancos centrales y desviarían capital desde los bonos del Tesoro estadounidense hacia el oro como refugio definitivo. Según los cálculos de Dart, un movimiento de solo el 1% del mercado privado de bonos hacia el oro sería suficiente para impulsar el metal precioso hasta casi los 5.000 dólares.
En un entorno global marcado por tensiones geopolíticas crecientes y la concentración del suministro de materias primas en zonas de riesgo, la necesidad de un activo de refugio se vuelve primordial. Para Goldman Sachs, el oro sigue siendo la cobertura más eficaz contra la incertidumbre sistémica, lo que consolida su perspectiva de que el metal está preparado para un despegue significativo que dejará atrás la reciente caída.
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